Las lesiones producidas por el deporte y más concretamente por el fútbol, son muy frecuentes y en general, están producidas por métodos de entrenamiento incorrectos, existencia de anomalías anatómicas o por la presencia de debilidad en las estructuras osteomusculares. El mecanismo crónico es la causa de la mayoría de estas lesiones, como resultado de movimientos repetitivos que afectan a tejidos susceptibles.
Los objetivos finales de los programas de prevención y readaptación, a la vez de obvios, serán imprescindibles: por un lado, minimizar al máximo el riesgo de lesiones musculares (en nuestro caso concreto, lesión del Bíceps femoral) producidas en competición y entrenamientos y en el caso de producirse, llevar a cabo un proceso de readaptación lo más estructurado posible que permita al jugador el retorno a la competición con unos niveles de solicitación metabólica muy cercanos a los competitivos con el fin de sufrir nuevas recividas.