Si alguien conociera un lugar maravilloso, escondido a la vista de cualquier caminante desprevenido, ¿les comunicaría el camino a sus hijos o dejaría al azar que ellos lo encontraran? ¿Es que acaso algún papá o mamá deja al azar que sus hijos aprendan la honradez o los nombres de sus abuelos o las buenas costumbres? ¿qué padre dice, no le diré nada de esto, cuando estén grandes ya aprenderán por sí solos? Poseemos el tesoro de la revelación en la persona de Jesucristo, entreguémosla a nuestros hijos. La idea fundamental de este libro es que enseñar a conocer a Dios, es ante todo propiciar en los hijos una experiencia de Dios. Este libro es una herramienta eficaz para padres. Se ha usado en momentos especiales para talleres con los padres de los niños que hacen su primera comunión.