Calendario 22 / abril / 2022 Cantidad de comentario Sin Comentarios

Entrevista a Salvador Ávila, autor de Voces y ladridos.El autor Salvador Ávila, nos habla en esta entrevista sobre su reciente obra Voces y ladridos.

 

¿Por qué los perros como objeto de estudio?

Los animales, o mejor dicho, la relación hombre-animal en las sociedades organizadas, es un tema que se encuentra en el ámbito de mis intereses como historiador. Me especializo en historia social, cultural y de las mentalidades, y me di cuenta que además de constituir un objeto de estudio en sí mismo, los perros pueden servirnos de guía pata explorar los espacios públicos y los espacios simbólicos, los mecanismos de abastecimiento, las formas de consumo y la salubridad pública; así como la moral social, la vida cotidiana y los comportamientos colectivos de las personas que vivieron en la ciudad de México en el pasado lejano o reciente.

 

¿Cómo fue a grandes rasgos el proceso de elaboración de este trabajo?

No fue fácil. Los perros representan un tema de estudio tan fascinante como complejo, por los diversos enfoques que supone su investigación, y porque ponen en juego un agudo sentido de la observación, del análisis y de la interpretación historiográfica. Para poder darle sentido a la investigación empírica, tuve que hacer un doctorado, pues como dice Karl Popper, sin metodología no hay obra. Terminar este trabajo me llevó varios años, si bien el libro que publicó Bubok es más pequeño que la versión original, ya que prescindí de un capítulo y de los apéndices que acompañan a la obra. En el fondo, el libro consiste en una propuesta teórica para convertir a los animales en sujetos históricos, en “hacer que hablen”. La pregunta que fue el punto de partida de esta investigación, misma que no sabría decir si pude responder a cabalidad, es la siguiente: ¿Es posible reconstruir la historia de la ciudad de México teniendo a los perros como protagonistas o como hilo conductor?

 

En tu libro hay imágenes de la Plaza Mayor con animales. ¿Cuál era la percepción que tenían los habitantes de la ciudad de México acerca de éstos?

En general, a los animales se los veía como un rasgo permanente de una ciudad en donde la frontera entre lo urbano y lo rural era muy tenue por el tipo de actividades económicas, muchas de ellas agropecuarias. Los animales formaban parte de la intimidad olfativa, visual y auditiva de los espacios públicos y privados. Los habitantes de la ciudad de México difícilmente podían imaginarla o imaginarse a ellos mismos sin su presencia. Los animales eran parte sustancial del paisaje citadino y por lo tanto elementos irremplazables de los procesos identitarios. La proliferación de animales domésticos revela al mismo tiempo la persistencia de valores y comportamientos colectivos difíciles de modificar. Sólo la transformación de la ciudad, más señalada a partir del porfiriato, así como los cambios en las condiciones de vida, obligaron a sus dueños a mantenerlos bajo control, a trasladarlos fuera del perímetro urbano o bien a deshacerse de ellos.

 

Una buena parte del libro se refiere a la matanza de perros, ¿por qué razón?

A finales del siglo XVIII, probablemente había en la ciudad de México más perros de la calle que personas. Los perros sin dueño constituían un problema; los perros domésticos no. El número excesivo de perros callejeros representaba una amenaza, lo mismo en el siglo XVII que en el XVIII o en el XIX. ¿Qué nos dice el hecho de que la vacuna contra la rabia llegó a México hacia 1880? Por esta y otras razones, la matanza de perros se convirtió en una práctica cotidiana. Los perros domésticos también están presentes en mi trabajo, aunque me aproximo a ellos con otro tipo de interrogantes.

 

¿Aparte de los perros, quiénes son los protagonistas de esta investigación?

En primer lugar, la ciudad de México. Estudiar a los perros me permitió conocerla más a fondo, percibir aspectos y problemas que de otra manera hubieran pasados desapercibidos. Los otros protagonistas son las clases subalternas, los invisibles de la historia, entre ellos, personas con oficios aparentemente despreciables, pero imprescindibles para el buen funcionamiento de la ciudad. Los apartados centrales de esta investigación están dedicados a los guardafaroles o serenos, en quienes recaía la desdichada tarea de perseguir y matar a los perros de la calle.

 

¿Finalmente, cómo ha sido tu experiencia de auto publicación con Bubok?

Una pequeña aventura de la cual aprendí mucho. Quería saber cómo era publicar bajo este tipo de modelo editorial. Su principal atributo es que, a diferencia de las editoriales tradicionales, uno ve publicado su trabajo en pocas semanas y de manera profesional. A mí me gustó la impresión final de mi libro, el equipo Bubok siempre se mostró atento, respetuoso y profesional conmigo.

 

Gracias Salvador, por compartir tu experiencia con nosotros y aprovechamos también de recomendarles la versión digital de su obra.

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