Entrevistamos a Enrique Trava, autor de Los hijos de la Luz

Enrique Trava Díaz es un artista con una larga trayectoria creativa. Luego de una infancia y juventud fácil, su vida cambió encontrándolo sin ninguna vocación. Ahí comenzó una búsqueda desesperada de sentido que lo llevó a encontrarse con la pintura y la filosofía. Una tabla de salvación que lo llevó a foros internacionales en México así como exponer su trabajo en países como Chile, Estados Unidos e Italia. Hablamos con él, con motivo de la publicación de su nueva novela Los hijos de la luz que se presentó el 4 de noviembre en el Gran Museo del Mundo Maya como parte de los eventos del Festival Internacional de la Cultura Maya.

¿Cómo fue que llegaste a la escritura?

Inesperadamente, mi necesidad de expresión varió hacia las letras. Publiqué entonces un ensayo de corte filosófico intitulado El vuelo del Ángelo y posteriormente un libro de cuentos surrealistas llamado Cuentos del Camino. Finalmente, después de mucho intentarlo, he llegado hasta el punto de concebir y dar a conocer la novela histórica–mística que nos ocupa y que me ha llenado de grandes satisfacciones.

¿Cómo surge Los hijos de la luz?

En mi opinión, toda creación artística surge a partir de una sola idea central. En el momento de iniciar una pintura, como al comenzar a escribir un libro, deberá existir un concepto medular que habrá de desarrollarse a lo largo de todo el proceso creativo.

En mi caso particular, al comenzar el proceso, conozco el fondo o la substancia que habrá de contener, pero nunca la forma o presentación exterior. Comprendo el significado o mensaje que deseo transmitir, pero debo reconocer que no tengo ni la menor idea de cómo lucirá al final, si es un cuadro, o qué cosas sucederán durante la trama, si se trata de un libro.

¿Cómo es tu proceso creativo?

Mucho ha quedado explicado en la pregunta anterior, pero es importante recalcar que en toda obra literaria habrán de respetarse las llamadas coordenadas literarias. Por ejemplo, si se trata de una novela histórica que se desarrolla en la edad media, sería un anacronismo absurdo y un disparate mencionar la llegada del hombre a la luna.

Este tipo de transgresión deberá evitarse, tanto en la dimensión temporal, como en la dimensión espacial. Así, hablar de América en una novela que se desarrolla en el siglo X no tendría sentido, puesto que no era conocida en Europa. En otras palabras, el proceso creativo requiere una gran dosis de investigación. Finalizo diciendo que no estaban muy alejados quienes hablaban de musas y de inspiración en el pasado. Hoy en día muchos preferimos referirnos al proceso creativo con la palabra «canalización», que sería algún tipo de energía o frecuencia vibratoria, que aún no ha sido definida y mucho menos aceptada por el método científico.

¿Por qué situar tu historia en el califato de Córdoba?

El concepto central que dio lugar a Los hijos de la luz fue mi absoluta convicción de que al final del camino, todos los seres humanos nos uniremos en torno a un solo código de ética. Estoy convencido que la humanidad, en mayor o menor medida, sabe en el fondo de los corazones qué es lo que está bien hecho y qué no lo está. Qué actos son buenos y cuáles no.

La primera pregunta que me hice una vez que concebí la mencionada idea fue investigar qué ciudad o sociedad a lo largo de la historia permitió la convivencia pacífica de diversas religiones. No tarde en encontrar que en la córdoba musulmana, si bien no existía una fusión de las cumbres espirituales de las diferentes religiones existentes, sí se permitía en cambio su coexistencia pacífica. Todo en medio del respeto. No dude ni un instante en seleccionar la que fuera La ciudad luz de su época, La perla de Sefarad; para que en ella se desarrollara mi mensaje ecuménico.

Los hijos de la luz habla de una confluencia de ideas religiosas que se ve frustrada en la Hispania del siglo X. ¿Crees que esa confluencia de idea es posible actualmente?

Cada vez se dan más situaciones que nos permiten esperanzarnos en ese sentido. No hace mucho tiempo se dio un abrazo entrañable, muy publicitado, entre el Papa Francisco y los jerarcas de la fe judía y el Islam. Supe también de un complejo religioso que comprende una iglesia, una sinagoga y una mezquita, donde tomados de las manos los unos, protegieron a los otros que se veían amenazados. Asimismo, mujeres de las tres religiones se han unido para cantar y bailar en un evento masivo. No cabe duda, las conciencias se encuentran en pleno desarrollo. Todo esto me permite ser muy optimista al respecto.

En el libro hablas minuciosamente de distintas religiones, ¿puedes contarnos sobre tu proceso de documentación?

Hoy en día, con la tecnología tan avanzada, no es difícil documentarse acerca de cualquier tema. Antiguamente había que acudir a las bibliotecas a consultar tomos enormes y polvorientos. Ya no es así. Debo aclarar que no hubo necesidad de profundizar grandemente en los detalles de cada una de las religiones. Mi investigación fue la mínima necesaria para ser siempre muy respetuoso con los lectores y con todas las creencias involucradas.

Los hijos de la luz forma parte de una trilogía, ¿Cuáles son tus planes para la siguiente entrega?

Llevaré la trama hacia otro contexto, posiblemente en la corte de Enrique Vlll en Inglaterra, que ofrece un entorno convulso pero altamente cargado de contenido religioso con Tomás moro, Oliverio Cromwell, los arzobispos y el papado de la época. Ese será otro caldo de cultivo muy estimulante que ofrece amplias perspectivas a la trama de la presente trilogía. La tercera parte llegará a nuestros días. Por el momento es todo lo que puedo mencionar.

¿Qué puedes contarnos sobre tu experiencia como autor independiente?

La plataforma para autores independientes Bubok me ha abierto la puerta de acceso al mundo editorial y no cualquier puerta. La edición del libro ha sido impecable y la asesoría editorial que he recibido ha sido de primer nivel. Después de una ardua y prolongada búsqueda que duró años, en la que tuve que absorber una gran cantidad de negativas y decepciones, mi experiencia como autor independiente ha sido altamente gratificante. No omito mencionar que estoy por terminar una nueva novela relacionada con los niños de las nuevas luces, también llamados índigos, que considero que reviste grandes posibilidades y de ninguna manera descarto la posibilidad de recorrer el mismo sendero que he hallado. Gracias por todo, Bubok.

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