El chirimoyo es un frutal de escasa importancia a nivel mundial. A pesar de estar muy distribuido se puede decir que su cultivo está poco difundido, existiendo de forma comercial únicamente en Perú, España, Chile, Bolivia, Ecuador, Estados Unidos, Colombia, Sudáfrica e Israel. En España el consumo es significativo y toda la producción va destinada al mercado nacional debido a la escasa resistencia del fruto al transporte. Su expansión está muy limitada debido al número reducido de variedades comerciales disponibles, que además concentran la producción en determinadas fechas y satura el mercado. Otra razón de su reducida difusión se debe a sus estrictas exigencias edafoclimáticas