Cruzando el umbral del tiempo

Cada día estoy más convencido de que no somos capaces de sofocar la irremediable tendencia de volver a repetir nuestros errores.

... Y una palabra empujo a otra, hasta que se creó el universo de una frase.

Una de los mayores errores de los escritores, es transmitir que en la vida los momentos más tranquilos a veces no aportan. Nada más lejos de la realidad, lo que hacemos en esos momentos, por insignificantes que parezcan, ya sea ver la tele, quedarte dormido en el sofá, un paseo aburrido regodeándote en tus miedos, todos estos momentos te pueden aportar, pensamientos, ideas, planteamientos, conocimientos sobre el entorno o uno mismo, que después contribuyen a crear a uno mismo, y en mi caso algunas de las escenas o sensaciones que intento transmitir por medio de la escritura. Por favor aunque no lo comprendáis hoy, no los minusvaloréis, en el futuro pueden marcar la diferencia. Disfrutemos hasta de esos momentos, una persona inquieta no tiene porque ser más feliz, más entretenida o divertida, mientras que una persona quieta, puede estar creando cientos de mundos en su interior. ¡Tengamos paciencia!

Y todo esto es lo que mi mente creo, escapando de una realidad que me abrazaba. En ningún de los mundos llegaba a ser feliz con ninguna de las mujeres, en realidad siempre la misma, con otros rostros, nombres y actitudes. Solo en la realidad me permití el sueño de ser feliz. Una ilusión escrita