RELIQUIAS ACUÁRIDAS

En el segundo libro de la trilogía Arúmeden, los Guardianes Astrales son convocados para ejecutar la misión de destruir un asteroide que, siguiendo la trayectoria de la lluvia de estrellas Acuáridas impactará la zona de las Reliquias de Tiwanaku.

La Defensa Planetaria Terrenal (DPT), en el año 2017 descubre que, un asteroide de 800 m ha cambiado su órbita y lleva ahora una trayectoria que impactara el planeta en el archipiélago Hawái en menos de 5 años. DPT envía varios cohetes espaciales para desviarlo de su ruta o destruirlo. A comienzos del 2021 es interceptado y las bombas estallan, pero solo consiguen partirlo en dos.

 La parte mayor del asteroide se dirige a Hawaii y la DPT decide que dos cohetes toriánicos disponibles se usen para interceptarlo a mediados del año 2022.

El resto menor cambia de ruta y su órbita final se dirige al sur del Lago Titicaca, pero la DPT ni otro país tiene medios para interceptarlo, entonces los Guardianes Astrales activan un plan preconcebido para estas emergencias.

Envían a Tiwanaku a Mintrode y la antena en el avión MEG oculto en Aramía. (ver libro Arúmeden); los hijos y amigos de Arúmeden son convocados para apoyar a un descendiente de los antiguos aimaras, que es integrado al clan para reunir seis reliquias doradas, dispersas entre los sitios Tihuanacotas, reliquias que originalmente pertenecían a la Puerta del Sol y son necesarias para activar un arcano artilugio oculto bajo las ruinas de Puma Punku, capaz de parar o destruir el amenazante bólido.