Las diferencias significativas en participación, acceso y éxito académico resaltan cuán desafiante es lograr la igualdad como resultado del continuo fracaso en el cumplimiento de las metas. Para su continuo desarrollo social y económico, los gobiernos y las sociedades de los países de América Latina y el Caribe deben superar obstáculos importantes. Los sistemas deben rediseñarse para adaptarse a las demandas cambiantes cuando hay inestabilidad macroeconómica, deuda pública significativa y desigualdad social regionalizada. Es necesario reevaluar la función que deberá desempeñar el sistema educativo, especialmente dada la rápida evolución de la tecnología y la difusión del conocimiento en la sociedad. La educación puede desempeñar un papel crucial en este sentido, y los formuladores de políticas deben trabajar para adoptar una agenda más amplia que incluya impulsar el acceso a la educación, mejorar la eficiencia del sistema educativo y garantizar que todos los niños reciban una educación de alta calidad que se traduzca en resultados de aprendizaje beneficiosos. Aunque ha habido avances notables en la educación secundaria y superior en la década de 1970, todavía hay mucho por hacer para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad que los prepare para enfrentar los desafíos del mundo moderno.